PARQUE INDEPENDENCIA DEL BICENTENARIO: DETALLES DEL PROYECTO DE REVITALIZACION
El proyecto gira en torno a la puesta en valor de todo el espacio; la recuperación de hectáreas para el uso público; la apertura de un mercado de flores y la creación de una plataforma deportiva.
El parque de la Independencia será objeto de un ambicioso plan de revitalización. Tras 114 años de historia, los espacios que componen el parque fueron mutando y este año, en ocasión del Bicentenario de la Independencia argentina, la Municipalidad de Rosario se trazó como desafío la transformación de este pulmón verde, generando nuevos y modernos lugares de encuentro que pondrán en valor la historia de la ciudad.
El proyecto, presentado oficialmente por la intendenta Mónica Fein, se realizará en torno a tres ejes que contienen acciones concretas, cuyos resultados se verán en el corto plazo, como líneas de trabajo que se desarrollarán en el mediano y largo plazo.
El primero de ellos lo constituye la puesta en valor del patrimonio del parque, que incluye operaciones en las instancias paisajísticas, escultóricas y edilicias. Concretamente, se realizará la rehabilitación de espacios singulares, la incorporación de nuevos espacios verdes y la erradicación de instalaciones marginales que permitirán disponer de nuevas áreas de esparcimiento.
En este marco, el Rosedal y la Fuente de los Españoles serán restaurados durante la segunda mitad del año. En este sector se colocarán, a partir de agosto, 7.500 rosas de 37 especies, lo que compondrá un renovado paisaje al que se sumará la recuperación del monumento donado por la colectividad ibérica en 1936. Esto último demandará unos 2 años y será un trabajo único por sus características, ya que implicará la colocación in situ de piezas deterioradas y la réplica de los elementos escultóricos faltantes.
El sector de la ex Sociedad Rural será otro de los espacios intervenidos. Allí se prevé la demolición de los muros perimetrales, lo que redundará en 4 nuevas hectáreas de uso público para la ciudad, al tiempo que se preserverán los edificios históricos (pabellones y tribunas). La resignificación de este espacio viene acompañada por la posibilidad de levantar allí un predio para la realización de ferias y eventos a través de un esquema de articulación público privado, que se concretará tras el llamado a una convocatoria.
La convivencia de elementos tradicionales con usos innovadores es el principal concepto del segundo eje de trabajo, denominado Paseo 21. El mismo tiene por objetivo promover contenidos contemporáneos en el uso y la estructura formal del parque. Será un recorrido que incorpora actividades recreativas, culturales y deportivas, configurando una alternativa de ocio respetuosa con el entorno, con conjuntos patrimoniales y un entorno paisajístico recualificados.
Aquí se enmarca la transformación del ex parque de diversiones, reconvertido en espacio público verde con nuevos componentes, dinámicos y motivadores para los jóvenes, brindando herramientas para la participación y la creatividad asociados a la sustentabilidad. Se proyecta como un espacio de interpretación ambiental, dotado de tecnología y dispositivos educativos que, a través de la experimentación, la información y el juego, aliente la toma de conciencia del impacto de nuestras acciones en el entorno.
La incorporación de un mercado de flores frente al cementerio El Salvador es otro de los puntos destacados en este enfoque, que se complementará con la restauración del frente de la necrópolis sobre calle Ovidio Lagos y avenida Pellegrini, de valor patrimonial.
El último de los ejes lo constituye Plataforma Deportiva. Esta línea de trabajo busca unir los espacios, tanto existentes como el patinódromo y el Estadio Municipal, como aquellos que se realizarán en el futuro, relacionados con la práctica del deporte. Se trata de una valiosa oportunidad para la innovación, generando nuevos usos en lugares hoy desaprovechados.
La idea es convocar a instituciones deportivas para que acerquen ideas en tal sentido. Estas acciones pueden darle una nueva significación y potencial al parque, que tiene la capacidad de recibir innovadoras propuestas, como pueden ser un complejo de piletas públicas olímpicas o un centro de entrenamiento de alto rendimiento.
Orígenes de uno de los íconos de la ciudad
Los orígenes del parque de la Independencia deben buscarse durante la intendencia de Luis Lamas (1898/1904), quien retoma un proyecto de su predecesor Alberto J. Paz para la creación de un gran espacio verde en la ciudad. El parque se formó a continuación de la plaza Independencia, integrada a su vez por cuatro plazas situadas en la intersección de los bulevares Santafesino y Argentino, entre las calles Balcarce, Alvear, Montevideo y Cochabamba. Dicha plaza albergaba al primer Jardín Zoológico de la ciudad, mientras que los bulevares ya habían sido abiertos y parquizados como paseos públicos en 1887.
Las obras comenzaron en 1901 con la construcción del lago. Dichos trabajos fueron llevados a cabo por reclusos de la cárcel local, al igual que la elevación de la montañita con la tierra excavada del mismo y la apertura de las avenidas de acceso. En el transcurso de ese mismo año se celebraron dos “fiestas del árbol”, que consistieron en la plantación de miles de árboles por parte de alumnos de escuelas provinciales.
La inauguración oficial tuvo lugar el 1º de enero de 1902. Según publicó el diario La Capital al día siguiente, se trató de un gran festejo popular: «La fiesta de inauguración obtuvo un brillante éxito. Carruajes, tranvías y un ejército de peatones se dirigieron hacía el Parque. (…) en las pendientes de la montañita llamaban la atención millares de farolitos chinescos desparramados entre las plantas. Se observaban con admiración las luces de bengala, y el gran foco eléctrico colocado en la cima que emitía rayos luminosos de colores. El lago era surcado por infinidad de pequeñas góndolas iluminadas y dos pequeños buques realizaron un cañoneo de cohetes; y en el pequeño islote, lleno de luces y adornos diversos, se quemaban fuegos de artificio»”.
Con el transcurso de los años, el parque se fue ampliando hasta alcanzar su aspecto y superficie actual: 126 hectáreas. Cada obra de ampliación y mejoramiento es una conjunción entre el gusto de la época y la impronta de cada gestión municipal.